La
cultura importa más que la estrategia. Si la cultura no quiere hacerlo, no
importa qué estrategia tenga. Las empresas grandes y pequeñas se están dando
cuenta de que centrarse en la cultura ya no es algo "agradable de tener,"
"es una necesidad de tener."
La
cultura a menudo se entiende mal como un monstro grande y atemorizante que es
difícil de medir e incluso más difícil de cambiar. Si bien la cultura requiere
trabajo, es muy posible cambiar la cultura al cambiar la mentalidad y el
comportamiento de los líderes e inculcar los valores correctos y los
comportamientos diarios en su organización. Cuando un gran líder entra en una
organización, la cultura comienza a cambiar para mejor debido a los valores y
las conductas diarias que se establecen como ejemplo para los demás.
La
cultura tiene un gran beneficio si inviertes en ella y eres diligente en
mantenerla como tu enfoque. Aunque la estructura y la estrategia deben
alinearse con la cultura para obtener los mejores resultados, la cultura debe
ser la primera prioridad, ya que sin la voluntad de las personas, la estructura
y la estrategia pueden colapsar. Como se ilustró anteriormente, un enfoque en
la cultura puede generar más esfuerzo, mucha creatividad y un 37% más de
ventas.
El 68%
de los empleados encuestados dice que su cultura necesita mejoras. Los
consultores y formadores de cultura ayudan a sus líderes y personal de ventas a
enfocarse en la cultura como el principal impulsor de los resultados. ¿Está
invirtiendo en cultura tanto como debería o esta dejando que la rotación de
empleados, las quejas de los clientes, el bajo compromiso y otros síntomas
afecten sus operaciones? La cultura importa más de lo que piensas y las
pequeñas inversiones en esta área pueden producir resultados sorprendentes.
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